martes, 12 de noviembre de 2019

Guanteos con Julio Cesar “La Furia” Domínguez

FaceBox: Nombre, apellido y lugar de nacimiento
Julio Cesar Domínguez: Julio Cesar Domínguez, nací en el barrio villa Adela, en Córdoba, capital

FaceBox: Apodo de boxeador y motivo
Julio Cesar Domínguez: Julio Cesar “La Furia” Domínguez, porque siempre salía a pelear con las mismas ganas, con esa furia, con esa rabia. El apodo me lo puso Pagani

FaceBox: Logros y categoría
Julio Cesar Domínguez: El logro más grande que tuve en mi vida boxística es llegar a la selección argentina de boxeo. Con la gran camada de el “Chino” Maydana, Lucas Matthysse, Juan Rebeco, camada 200/2004. Después tuve la suerte de ir a combatir a Trenque Lauquen, de visitante contra Martin Bruer, ganándolo por KO, es la única forma de ganar una pelea cuando va de visitante. También he peleado por el título del mundo no reconocido por la Federación Argentina de Box, en IBO, Internacional Boxing Organización. 

FaceBox: ¿Qué hace actualmente?
Julio Cesar Domínguez: Doy clases de boxeo recreativo. Me recibí hace poco de Master de Kinesiología, ando bien con el tema de masajista profesional. Aprendiendo mucho en el día a día y también hago cobranzas en los consorcios, en los edificios. 

FaceBox: Algún maestro del box que te haya marcado
Julio Cesar Domínguez: Muchos, estuve en la Asociación Cordobesa de Boxeo, ahí tuve mi primer profesor donde hice 7 peleas antes de llegar a Corral de Palos con don Carlos Tello. Gracias a don Carlos Tello y al grupo de gente que nos ayudó, llegue a la selección. A partir de ahí, me quede para siempre en Buenos Aires. Acá lo tuve a Julio García, Alejandro Domínguez, a Mario Tedesco, Coggi, muchos entrenadores que me han enseñado, me han marcado el camino. Nos conocimos con Juan Torres en el 2015, siempre nos lamentamos diciendo “¡Como no nos conocimos 10 años atrás!”. Todo pasa por algo en la vida, muy contento con la carrera que hice, siempre con el escudo de la humildad en el frente

FaceBox: El rival o pelea más dura que le toco enfrentar
Julio Cesar Domínguez: Las 3 internacionales. Siempre he peleado con los mejores de afuera. Frente a Aleksy Kuziemski, fue a 12 round, llegue al n° 12 y nunca entendí porque me tiraron la toalla, pero me la tiraron. Parece que tenía que perder y me tiraron la toalla en el round 12. Lo mismo paso en el 4to round con Vyacheslav Uzelkov en Ucrania, fui con Marcelo Domínguez también, y en la 3° fui con el otro Domínguez, el que fue profesor de la selección argentina de boxeo, Alejandro Domínguez. Fue por el título del mundo frente a Danny Green. Eran peleas muy inaccesibles, pero bueno, siempre con las ganas de meter el “batacazo”

FaceBox: Sin importar categoría, nacionalidad o época, el mejor boxeador que vio en su vida
Julio Cesar Domínguez: Carlos Monzón y Emilio Galindez. Siempre quise ser como ellos, tener los huevos de Galindez y de Monzón, siempre fueron un espejo para mí, sin dudas

FaceBox: ¿Que significa el boxeo para vos?
Julio Cesar Domínguez: El boxeo para mí significa todo. Fue lo que cambio mi vida porque yo estaba en la calle, andaba en mala junta, en malas amistades. Lo dije en el diario Clarín hace mucho tiempo, como fueron mis comienzos. Nunca quise ser boxeador, nunca pensé en ser boxeador. Apunte a la natación, tocaba el piano, estaba en la música pero era un chico bravo, peleador, siempre en mi barrio pelábamos con todos. En la cancha de mi viejo estábamos jugando el futbol y me agarre a piñas con 10 o 12 personas y ahí me agarraron y me dijeron: “Vos tenes que boxear”

FaceBox: ¿Con 12 vagos te agarraste a piñas vos solo?
Julio Cesar Domínguez: Si, al que le pegaba, lo noqueaba, se quedaban tontos y mi viejo con un múltiple escape les pegaba en la cabeza. Peleaba como un peleador callejero, al que le pegaba lo clavaba en el piso. Me decían “Tenes que pelear” y no quería, tenía 23 años. Me llevaron por 1° vez a un gimnasio de boxeo, pensé que me la aguantaba. Ahí por primera vez me pegaron y me dejaron la nariz de payaso, bien roja. Dije “Me voy a entrenar” y lo voy a agarrar de nuevo. Era un tal “Choli”, no me lo voy a sacar más de la cabeza. Estuve con Héctor Andrada, mi primer profesor, me hablaba mucho del CeNARD. En esa época decían que pagaban 3.000 pesos por mes a Víctor Hugo Castro, 5.000 pesos a Omar Narváez. Dije: “Esta es la mía” agarre viaje y nunca me pagaron esa plata. Nos movimos dentro de los 250 o 300 pesos más las zapatillas y toda la ropa linda que nos dieron en el CeNARD. La educación con los demás deportistas, teníamos un hotel a nuestra disposición. Teníamos la comida más rica del país, para poder llegar a un objetivo que es llegar a las olimpiadas. Tampoco tenía pensado llegar a unas olimpiadas. La que fue mi señora era esgrimista, con ella tuve una nena y ahí comencé a re educarme. 


El boxeo es la mejor arma que tiene esta sociedad para educar a los chicos que tiene problemas en la calle, en la villa, en los barrios bajos de toda la argentina. Es un arma linda que te da la vida para salir de las malas cosas. También hay gente que nunca ha boxeado y es profesor, y uno los ve y dice: “Este no se puso los guantes ni para teñir a su mujer”. Hay muchos profesores que no han hecho peleas pero son excelentes personas llevadores de campeones y aprenden mucho. En Almagro hice muchos amigos, es parte de mi vida, por cuestiones de la vida me fui a vivir a Congreso, ahora estoy en Versalles. Estoy muy bien, tengo una familia hermosa. Si venís ganador te esperan los presidentes, en las radios en todos lados, si venís perdedor  no te reconoce nadie. No te conoce nadie. El “Ingles” Babington me dio la posibilidad de trabajar en mis peores momentos, no era para mí ese trabajo, en un conteiner pasando frio. Eso pasa cuando no llegas. 

Es bueno que se fijen no solo en los que son campeones del mundo, si no aquellos que no han podido serlo. Siempre hago este análisis: cuando uno gana, te llevan en andas, están los amigos del campeón. Cuando pierdes, como me paso, quedas solo, te tratan de loquito, de golpeadito, de negrito. Nosotros los boxeadores no somos negritos, somos personas que nos gustan las piñas y trata de educarse día a día. Los boxeadores nunca le robamos nada a nadie. Nosotros nos preparamos para pelear, no para hacer cuentas o contratos. Es como si haces negocios con Judíos o Gitanos, te duermen y eso me pasó en la Federación, siempre me durmieron. Me durmieron en 6.000 dólares, 7.500 dólares por un título del mundo. Nuca sabes cuánto hay del otro lado de la barrera. Nunca lo vas a saber. A eso los saben los que se sientan ahí arriba de la Asociación Argentina, lo saben todos y ellos se ríen. Te dicen “Este no boxea más” te frezan. Si pudiese volver lo haría y ganaría para dedicárselo a todo estos que se sientan ahí, es por eso que se muere el boxeo, le quitan la ilusión a los boxeadores con un bolígrafo, por conveniencia y se ríen del negrito y nos tratan de negritos. Lo he escuchado en muchos jurados de boxeo cuando me he sentado en el último asiento del colectivo, haciéndome el dormido, y escuchando lo que ellos hablan de nosotros. Los resultados salen hechos de la mesa redonda que hay acá arriba, donde se sientan todos los dirigentes del boxeo

FaceBox: Diferencias del boxeo cuando usted boxeaba en su época y el actual
Julio Cesar Domínguez: Cada vez nos vamos metiendo más en el campo de lo químico. La diferencia que hubo siempre es que nosotros a veces tenemos que entrenar de 5 a 7de la mañana para ir a pelear afuera, después vamos al trabajo, estamos hasta el mediodía, después nos venimos a la FAB de 2 a 4 de la tarde, y tenemos que seguir laburando cuando los boxeadores deben estar a misma sintonía que los de afuera. Un buen entrenamiento fuerte y un buen descanso. Hoy en día corre mucho la química. La química en el boxeo la descubrí en el 2009, cuando vi magnesio en las vitaminas pedorras que nos dan acá el profesor Domínguez. El tampoco ignoraba lo que es la química. Al que no sabe lo que es química, que vean en Netflix la película Ícaro y van a entender lo que les quiero decir. Estimulan su sangre y la tapan a la vez y sale todo bien, en el doping no sale nunca. Al que le pegue una piña lo dormí, a Danny Green le pegue un piñazo en el 3er round y lo recuperaron. A nosotros nos mandan a agarrar tiburones con las manos atadas en esos casos. Fui a pelear a IBO, no sabía bien como venía la mano, apuntaba a pelearlo a Juan Garay, fuimos compañeros en Corral de Palos, salió campeón del mundo. Un excelente campeón del mundo que tuvo argentina, alto boxeador. Fue pilar importante en mi carrera Garay, igual que “Roña” Castro y Marcelo Domínguez fueron mis docentes del boxeo dentro del ring. 

FaceBox: Consejo a los boxeadores que se están entrenando en el gimnasio
Julio Cesar Domínguez: Como le digo a todos los alumnos míos: Vamos en contramano, una que va y otra que viene, meterse en contramano es para problemas. Es como en la vida, meterse en lo malo, como tomar drogas, viene el amigo que te dice: “Vamos a chorear acá” o “Vamos a hacer esto” todo lo que sea lo malo, le va a volver malo tarde o temprano. Lo aprendí a partir del 2010. Siempre digo: “No hagas lo que no te gusta que te hagan”. Si andas por lo bueno siempre te va a ir bien. Yo desde que me dedique a boxear desde los 23 años hasta el día de hoy, tengo una vida hermosa, he conocido Brasil, Venezuela, República Dominicana,  Ucrania, Alemania, EEUU, ahora fui por placer a EEUU. Esto te cambia la vida, para siempre porque es el camino bueno. Por las buenas se puede llegar más lejos encima cuando te vas a la cama, te vas a acostar tranquilo. Te matas apiñas te dan trofeos, te dan plata. Te tratan bien, eso es lindo, cambiar la vida por lo bueno, siempre por lo bueno. Haces el bien y tarde o temprano, te vuelve el bien. Dar el ejemplo a la familia, darle el ejemplo al barrio. Cuando salía en la TV siempre nombraba a mi barrio, villa Adela. Es lindo porque te cambia la vida. 


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